jueves, 14 de julio de 2011

El “eterno” debate en la fotografía digital.

Muchos hay en la actualidad, que defienden con estoicismo, la “autenticidad” de la fotografía digital; estas personas opinan, que una fotografía, ha de mantenerse sin alteraciones, tal y como sale de nuestra cámara, sin ningún tipo de retoque ni edición.
Personalmente, no puedo estar más en desacuerdo, sobre todo,  cuando los que afirman esto, casi siempre son personas con una nula o casi inexistente formación fotográfica. Desde mi posición entiendo, que el proceso de realización de una fotografía, se compone de varios pasos, empezando en el momento en el que vemos la escena, pasando por la preparación de la misma, el disparo, revelado, y posterior paso a papel. Esto era así hace 30 años, y sigue siéndolo ahora.
Lo vemos en más profundidad:
Los que no procesan, disparan por lo general en JPG, y aplican en la cámara, los valores que estiman oportunos para el resultado que quieren conseguir, para una vez tomada la fotografía, extraerla y mostrarla tal cual. Supuestamente esta foto no tiene edición, la realidad es que la edición existe, pero encubierta, ya que ha sido la cámara la que la ha realizado por nosotros. Además, ¿qué pasa cuando decidimos que la queremos en Blanco y Negro?, según los defensores de esta tesis, este paso no es edición, claro, me parece que no saben las complicaciones, que traía pasar a B&W una película de color. Saber manejar una cámara de fotos, no le hace a uno fotógrafo, además si tan puristas queremos ser, lo correcto sería precisamente lo contrario, olvidarnos de todos los automatismos y ayudas, y disparar con un perfil neutro, y totalmente en manual. Para terminar, me resulta curioso destacar, que generalmente los que defienden esto, suelen ser personas, que no conocen el proceso de revelado, y tampoco se han interesado por el uso de Software de edición.

Los que si procesamos, disparamos en RAW, (para el que no lo sepa, es algo así como un negativo, pero en digital) El formato RAW, tiene toda la información de captura, sin compresión, y no nos sirve para mostrarlo, antes tendremos que realizar un proceso de “revelado” que nos dará un archivo de imagen por ejemplo JPG, TIF, o el que elijamos. Este archivo, será la fotografía terminada. El proceso, es justo el mismo que se hacía por aquellos lejanos años de la fotografía basada en película de sales de plata. Está claro, que es mucho más sencillo revelar un negativo digital, que uno químico, y no hablemos del positivado, pero aun así se trabaja de la misma forma. Cuando revelaba B&W en el cuarto de baño de mi casa, hace ya 25 años, ya separábamos zonas, igual que ahora, además curiosamente, de la misma forma, ¡¡Con mascaras!!, solo que las nuestras estaban hechas de cartulina, y para realizarlas, proyectábamos la imagen del negativo con la ampliadora, sobre la cartulina, marcábamos con un lápiz, y después recortábamos.
En definitiva, la esencia de la fotografía, es justo la misma que ha sido desde hace más de un siglo, no podemos olvidar que en definitiva, como cualquier otra forma de expresión artística, es necesario darle ciertas licencias al creador, para que exprese de la manera más fiel posible su propia idea del mundo. Ahora bien, es necesario diferenciar esto de las manipulaciones malsanas de la realidad que a veces se ven en algunas fotos, y hay que diferenciar entre retoque/edición, y montaje/manipulación. Entiendo que la manipulación o montaje de imágenes, es totalmente lícito cuando se quiere expresar una idea, o concepto; pero no me parece nada aceptable, cuando se realizan como suele pasar en muchas ocasiones, en la fotografía de prensa. El motivo es sencillo, nos están vendiendo una mentira como cierta, y es exactamente lo mismo que si un columnista, modifica la historia a su antojo para hacernos comulgar con ruedas de molino.

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