domingo, 17 de julio de 2011

Fiel hasta la muerte.

Foto: Ilario Giménez Valero

Un día cualquiera, en un lugar cualquiera, nos encontramos una estampa enternecedora, un ratón moribundo, acompañado por un compañero. Mientras el enfermo agoniza, su fiel amigo no se separa de el; si nos acercamos, su instinto le ordena retirarse, pero no se va mas aya de unos pocos centímetros, y en cuanto ve que no nos movemos hacia el, vuelve de inmediato al lado de su compañero. 
Pocas horas después, el roedor enfermo, había muerto, y su inseparable amigo, continuaba a su lado en la misma posición, sin separarse para nada. 
24 horas mas tarde, el segundo ratón continuaba estoicamente en su lugar, pero con una diferencia, también había muerto.

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